Un experto en análisis de productos entra en un bar.
Pide una cerveza y dice: "Me gustaría ver sus tasas de participación en esta bebida. ¿Aumenta el tiempo de permanencia del cliente o solo estamos impulsando las métricas de visitas al baño?"
El análisis de productos es una de las herramientas clave que todo negocio debería tener en su caja de herramientas.
Nos adentramos en este espacio sin una gran estructura. Solo queríamos entender qué hacen los usuarios con los productos que construimos.
Si añadimos un nuevo botón de llamada a la acción (CTA), ¿alguien siquiera hace clic en él? Y si lo hacen, ¿es tráfico adicional o estamos canibalizando de otro lugar? Y si lanzamos una nueva función, ¿cuántos usuarios la conocerían en su recorrido orgánico?
Estas son las preguntas que pueden ayudar a ver si se está creando valor real o no.
El primer paso es rastrear eventos. El usuario abre la página, hace clic en un botón o utiliza algún componente interactivo. Todo eso lo podemos registrar usando Javascript simple. Aunque al principio puede intimidar, los equipos deberían integrar el seguimiento de eventos directamente en las funciones.
Tenemos todas las herramientas para eso, y desde la perspectiva técnica, no hay límites. Podemos usar una herramienta como GA4 para recopilar todo lo que hacen los usuarios. Para casos simples, la interfaz de usuario es suficiente. Pero con una exportación de todo a BigQuery, es posible construir embudos complejos. Y luego visualizarlos y crear paneles interactivos en Looker Studio para los especialistas en marketing.
Pero el verdadero tema final es la interpretación. ¿Podemos tomar decisiones basadas en datos a partir de los informes que estamos utilizando? ¿O solo nos hace sentir bien? Necesitamos averiguar qué preguntas estamos realmente tratando de responder. Y a partir de eso, podemos decidir qué medir y qué necesitan lograr los clientes.
